Después de 16 años quedó sin efecto la ley de emergencia económica. Dicha ley le otorgaba al poder ejecutivo facultades extraordinarias como la determinación del sistema de cotización del dólar o la fijación de precios entre otras. Al no renovar este ley el país recupera en parte la independencia de las instituciones como la del Banco Central y es una buena señal de cara a la esperada calificación como economía emergente que no se logró el año pasado y que pareciera ser algo más probable este año si a este dato le sumamos el triunfo del oficialismo en las últimas elecciones.
Pero en la semana pasada hubo otro hecho que no juega a favor. Fue la comunicación de la modificación de la meta de inflación para este 2018 (se la llevó a 15% como estaba en el presupuesto para este mismo año) . Y lo que más juega en contra quizás no es el cambio de la meta sino la forma en que fue comunicada. En una conferencia de prensa liderada por el jefe de gabinete acompañado del presidente del BCRA, el ministro de finanzas y el ministro de economía. A esto se le sumaron rumores de renunciar del titular del BCRA y así lo bueno enunciado en el primer párrafo queda deslucido y podría ser un factor que le termine dando un corte a las 13 ruedas alcistas del merval y que comience la ya rumoreada corrección aunque no sería un descanso sino más bien un retroceso.
Palo y a la bolsa 